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El hombre del día ha sido Migue, en primer lugar nos ha mostrado cómo no se debe cruzar una piedra, no solo con la teoría, sino poniéndolo en práctica y sacrificando su salud para mostrarnos el camino.
Pero lo más importante ha venido después; ¡qué profesión más bonita la de médico!.
Nos hemos cruzado con una mujer que tenía una herida en la muñeca (se había cortado con una motosierra la vena radial y algunos tendones) y estaba perdiendo mucha sangre. A esta mujer, después de su desgracia se le ha aparecido la Virgen en el cuerpo de Migue quien le ha aplicado una cura de emergencia con los escasos medios disponibles y, si no le ha salvado la vida por lo menos seguro que le ha evitado mucho sufrimiento y posibles complicaciones.
Incidentes aparte, hay que dar la bienvenida a Tamarit, que con su presencia física (su espíritu no ha aparecido) nos ha hecho sentirnos orgullosos de nuestro cuerpo.
